Corren malos tiempos para la Cofradía del Santísimo Cristo de la Esperanza y el Trabajo y Nuestra Señora de la Misericordia. Su hasta ahora presidente, Luis Domarco,–así como su Junta de Gobierno–, presentó ayer miércoles su dimisión irrevocable al obispo de la Diócesis de Alcalá, Juan Antonio Reig Plà, a tan solo dos meses y medio de la celebración de la Semana Santa y después de 14 años en el cargo. El motivo de la dimisión arranca de los problemas que arrastra la hermandad desde hace unos meses. “Ha sido una decisión que no ha sido fácil de tomar, pero que se hacía necesaria por dos razones fundamentales: mi salud y la de la cofradía que he presidido con orgullo todo este tiempo. Ambas cosas están por encima de cualquier otra consideración”, señala Domarco.
La Junta de Gobierno de la hermandad determinó hace unos meses la separación de la misma de un grupo de cofrades que habían “incurrido en faltas consideradas muy graves” por los estatutos de la cofradía, según reza la carta de dimisión de Domarco, a la que ha tenido acceso este periódico. Sin embargo, el Obispado, según señala el ya ex hermano mayor en el texto, ha anulado la decisión de la Junta de la cofradía, por lo que Domarco se siente desautorizado por la Diócesis de Alcalá. Así, explica en la misiva que “en ningún momento he querido ni quiero que mi persona se anteponga a lo que importa de verdad, el futuro de la cofradía. Por ello, y como entiendo que el Obispado no desea que yo siga al frente de ella, puesto que desoye las razones expuestas y desautoriza las decisiones de la Junta que presido, presento mi renuncia”.
“Me siento orgulloso del trabajo que durante estos 14 años hemos realizado y de la gente que ha trabajado conmigo [...] Es por ellos, principalmente, por los que me duele este ‘desamparo’, este ‘ninguneo’ al que hemos sido sometidos”, concluye la misiva.
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