Nunca es tarde si la dicha es buena. Algo más de una semana después queremos recordar algo de lo que fue la Procesión de Nuestra Señora del Carmen por las calles del casco histórico de Alcalá de Henares.
Tarde gloriosa, tarde cofrade, tarde del Carmen... Con algo de retraso sobre lo previsto se asomó la Señora a la pequeña puerta del Convento Carmelita. Con mas dificultad que otros años, debido a la nueva peana y los candelabros de cola, los costaleros la sacaban para que Alcalá la rezara y la contemplara. Guapa salía este año con su rostrillo de pliegues que tan primorosamente habían colocado sus vestidores. Sonaba Coronación.
A los sones de la Banda de Música Los Angeles de Granada la Virgen del Carmen se dio un paseo por una ciudad que la esperaba, como todos los años. Muchos fueron los momentos. En la calle Imagen era recibida por una petalá desde el balcón de las Siervas de María mientras sonaba Campanilleros. No cabía un alfiler. Unos pasos más allá el otro convento carmelita la despedía con una Salve. Pero sin duda el momento más emotivo, más intimo para la Hermandad tuvo lugar el Callejón de San Pedro y San Pablo donde todos los años se tiene un recuerdo para "los que ya no estan". Especial mientras el paso reviraba con Margot y Saeta Cordobesa.
Pasaban las 12 de noche cuando la Virgen llegaba al final de la calle Colegios y en penumbra hacía su entrada en la pequeña plaza de los Doctrinos a los sones de Madrugá de Canela y Clavo.
Entrada solemne, pausada, sin prisa. Detrás entró la banda que acompaño el paso hasta el presbiterio del abarrotado templo mientras tocaba magistralmente Hosanna in excelsis. Bonita simbiosis la que se ha creado entre esta cofradía y esta banda.
Gran año para la corporación que dos días después, día de la Virgen del Carmen, celebraban su función principal con la presencia del Mons. Reig Pla, Obispo Complutense.
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