Hoy Alcalá de Henares vivirá un acontecimiento histórico, el acontecimiento católico más importante del año en Alcalá de Henares, con permiso de la Semana Santa, como ha afirmado el Obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig Pla.
El 7 de marzo de 1568 Alcalá celebró las más fastuosas fiestas de toda su historia con motivo de la Reversión a la ciudad de parte de las Reliquias de los Santos Niños que estaban en Huesca, gracias a la intercesión personal de Felipe II.
Conocemos los detalles del recibimiento a los niños mártires gracias a la narración que hizo Antonio de Morales en una obra hagiográfica, "La vida, el martyrio, la invencion, las grandezas y las traslaciones de los gloriosos niños martyres San Iusto y Pastor", en la que se hace un relato pormenorizado de las festividades y ceremonias con las que se celebró la entrada de las reliquias en la ciudad:
El interés de la ciudad de Alcalá por recuperar las reliquias de los Santos Niños de remonta a finales del siglo XV, impulsado por los arzobispos de Toledo, Alonso Carrillo de Acuña, Pedro González de Mendoza y Francisco Jiménez de Cisneros. Este interés se renueva en el siglo XVI, tras las disposiciones tomadas por el Concilio de Trento sobre el tema de las reliquias.
Las reliquias de los Santos Niños, que se encontraban en la parroquia de San Pedro el Viejo de Huesca, se introdujeron en un arca sellada y a lomos de una acémila fueron trasladados solemnemente a Alcalá.
La entrada triunfal de las reliquias en Alcalá de Henares tuvo lugar el 7 de marzo de 1568. Para la entronización de aquellos sagrados restos dignos de veneración, la ciudad no regateó en preparativos, no faltaron la ostentación, el lujo, la pompa y el esplendor.
A lo largo del recorrido de las reliquias se engalanaron las calles con catafalcos, arcos triunfales y arquitecturas efímeras.
La comitiva entró en la ciudad por la Puerta de Guadalajara, desde donde se dirigió al colegio de la Compañía de Jesús, parando en su engalanada puerta donde hubo música.
El recorrido por las calles alcalaínas estaba adornado con tapices y cartones pintados con emblemas, en los que aparecían representadas algunas figuras y en las que se incluían poemas o textos explicativos.
En la procesión participaban, además de soldados, músicos, pendones, cruces, sacerdotes, representantes de la Universidad y la nobleza, numerosos religiosos de las órdenes que tenían su asiento en la ciudad, entre ellos más de cuarenta miembros de la Compañía de Jesús.
De esta forma festiva y solemne continuó la comitiva portando las reliquias, hasta llegar a la iglesia Magistral donde fueron instaladas en la cripta de los Santos Niños.
450 años después el acto central será una Procesión Magna que tendrá lugar hoy sábado 10 de marzo por la mañana con las Reliquias que de los Santos Niños que, portadas por jóvenes de la Diócesis, llegarán a la Puerta de Martires (actual plaza de los Cuatro Caños) a las 11:00 horas.
Las Reliquias estarán acompañadas por las imágenes de los Santos Niños y la Virgen del Val, como patronos complutenses, San Diego de Alcalá, San Asturio y San Felix de Alcalá. El recorrido será el mismo que hicieron hace 450 años: Libreros, Beatas, Plaza de San Diego, Plaza de Cervantes, Mayor y Santos Niños terminando en la Catedral Magistral donde tendrá lugar un Solemne Te Deum en acción de gracias presidido el Obispo Juan Antonio Reig Plá.
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